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Educar no es una tarea fácil. Hacer que lo niños desarrolle un sentido de responsabilidad con sus tareas y así sacar unos buenos resultados escolares ya resulta complejo, pues más aún el hecho de instruirle en unos valores que son necesarios para su crecimiento personal y social.

En teoría, tan solo bastaría con que aprendieran del ejemplo. Los padres, en este sentido, tienen mucho que trabajar aquí. Al ser como esponjas, los niños reproducen los comportamientos que ven en su entorno, por lo que la figura materna y paterna resultan esenciales en su proceso de aprendizaje.

¿Cuáles son los valores más positivos que los padres pueden inculcar a un niño? Michele Borba, especialista en todo lo referente a la educación de los más pequeños, ha elaborado una lista con los principios básicos más valiosos que los niños debe desarrollar, no solo para ser alguien que se vale por sí mismo en un entorno cambiante o para tener éxito en los diversos retos de la vida, sino para lo más importante: ser la buena persona en la que quieres que se convierta.

Autoconfianza

«La mayoría de los padres confunden la autoestima con tener confianza en uno mismo», asegura Borba. Por ello, «le dicen a sus hijos: ‘Eres especial’ o ‘puedes ser lo que quieras’. La verdadera confianza en uno mismo es el resultado de hacer las cosas bien, enfrentar diversos obstáculos, crear soluciones y recuperarse por sí mismos». En definitva, algo que también se puede aplicar a los mayores: «los niños que tienen seguridad en sí mismos saben que pueden fracasar, pero también levantarse».

Empatía

Según Borba, hay tres tipos de empatía: la afectiva (cuando sentimos las emociones del otro, aunque sea en una pequeña parte), la conductual (cuando nos preocupamos por los demás y nos motiva la compasión) y la cognitiva (cuando entendemos los pensamientos del otro y nos ponemos en su piel). Así, para que los niños desarrollen estas tres formas de empatía, necesitan aprender un vocabulario emocional que les ayude a etiquetar las emociones para así saber moverse en la esfera social.

Del mismo modo, la mejor manera de educar en empatía es predicar con el ejemplo: si se muestra algunas de estas características en la vida cotidiana, el niño aprenderá que es lo normal; de lo contrario, si se actúa de modo poco compasivo, no se le pregunta por qué se siente mal o no se le pone atención a cómo se siente, poco hay que hacer a este respecto.

Autocontrol

Otra de las cualidades más valiosas que podéis enseñar a un niño. El autocontrol consiste en la capacidad de controlar la atención, emociones, pensamientos, acciones y deseos, algo que no resulta especialmente fácil en los adultos. «La mejor forma de enseñarles a autocontrolarse es darles señales de atención, como tocar una campana o decir una frase que les haga ponerse en marcha», asegura la experta. Otro de los métodos es educarles en concederse minutos de pausa para pensar o descansar antes de hacer algo, lo cual les vendrá muy bien en el futuro para regular sus expectativas y saber cómo actuar ante retos difíciles.

Integridad

Que un niño sea íntegro significa que posee un conjunto de habilidades, creencias, actitudes y capacidades para desarrollar una especie de brújula moral que les indique cuándo están haciendo lo correcto y cuándo están equivocándose. Aquí la mejor forma de educarles es dándole elogios para demostrar lo mucho que valoras que haga bien las cosas. Por el contrario, si continuamente se le castiga sin motivo, el niño tendrá una mayor confusión sobre qué es lo que está bien o mal hecho, pues haga lo que haga siempre va a obtener la penalización por sus acciones. «Usar la palabra ‘porque’ sirve cuando se le lance un elogio, ya que así sabrá diferenciar una buena de una mala acción».

Curiosidad

«La curiosidad es el reconocimiento, la búsqueda y el deseo de explorar algo nuevo, desafiante o incierto», define Borba. «Para ayudarles a que la desarrollen, me gusta usar juguetes o darles pintura, hilo y palitos de helado para que hagan lo que sea». A lo que se refiere la experta es que la mejor forma de educar en curiosidad es jugar. Del mismo modo, también aconseja enseñarles pasión por productos culturales que despierten su imaginación: nada como leerle un cuento de buenas noches para que así deje volar al artista que lleva dentro.

Articulo escrito por ACyV

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