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En el año 2000, los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU identificaron como uno de los mayores desafíos de la educación el simple hecho de lograr que los estudiantes llegaran a las aulas. En aquel entonces, casi uno de cada cinco niños no asistía a la escuela. Hoy, menos de dos décadas después, la intervención orientada y la voluntad política han reducido a la mitad la cantidad de niños que no van a la escuela, y el porcentaje de niños que concurren a la escuela ha alcanzado un 90% en todo el mundo.

Sin embargo, demasiados estudiantes aún no adquieren las habilidades básicas. Alrededor de 130 millones de niños completan cuatro años de escolaridad sin aprender a leer o sumar y restar. Estas brechas en el aprendizaje de los estudiantes, que se reflejan en lugares de todo el mundo, provienen de numerosos desafíos: los estudiantes carecen de materiales en su nivel de lectura o en su lengua materna, los maestros carecen de las herramientas que necesitan para lograr su cometido, y los niños no pueden llegar a la escuela porque están atrapados en una zona de conflicto, entre otros.

Y unas de las soluciones a este gran problema, es reducir la brecha digital, que ayudaría en una gran parte a mejorar las cifras de acceso a educación de los niños y niñas en todo el mundo.

1. Dar a los niños el material adecuado

En todas partes del mundo, los estudiantes que provienen de comunidades de bajos recursos deben aprender con menos: menos libros, textos desactualizados y materiales irrelevantes desde el punto de vista cultural, o que incluso no están en el idioma correcto. La tecnología puede romper las barreras geográficas y financieras que impiden que los estudiantes tengan acceso a los recursos educativos y, al mismo tiempo, puede hacer que esos recursos sean más interesantes, interactivos y efectivos. Crear software libres de código abierto permite brindar material online entre libros, videos y cuestionarios a todas las personas que cuenten con acceso a internet, y asi hacer la educación más accesible y actualizada para todos.

2. Mantener a los profesores capacitados y comprometidos con su tarea

No es ninguna novedad que tener un gran profesor es uno de los mejores predictores del éxito académico de un estudiante. En muchos países, la cantidad de profesores que hay simplemente no es suficiente. Para 2030, la India necesitará 3 millones de nuevos profesores de escuela primaria a fin de mantenerse al día con su creciente población de estudiantes.

Pero una educación excelente no es simplemente una cuestión numérica; frecuentemente, los profesores deben enfrentar clases muy numerosas, capacitación ocasional, un programa de estudios rígido y poco creativo, e incluso la simple cuestión del aislamiento. Por ello, la importancia de las herramientas y cursos online que permitan que los profesores continúen capacitados y actualizados.

3. Ayudar a los estudiantes a aprender en momentos de crisis

La educación primaria de calidad es especialmente importante para los niños que, al vivir en campamentos u otros lugares difíciles de alcanzar, son muy vulnerables a la pobreza y a la explotación laboral. Los alumnos aprenden realmente con el juego, que niños y niñas progresan de la misma manera, y que aquellos que menos saben son los que más aprenden.

Escrito por Apprendia

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